Las estrellas extrañas tienen la pista del oro más antiguo del universo


Poco después del Big Bang, las poderosas bengalas que provienen de Magnetars, que son estrellas de neutrones con un campo magnético fuerte, pueden haber comenzado a forjar el oro mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. Los científicos piensan que así es como surgió el oro en el universo temprano.
Durante mucho tiempo, los expertos han desconcertado los orígenes de las grandes cantidades de oro del universo. Sabían que las fusiones de estrellas colapsadas y agujeros negros liberan metales pesados, pero en 2017, los astrónomos observaron la fusión de dos estrellas de neutrones por primera vez.
La colisión ocurrió a 130 millones de años luz de distancia y emitió un destello de luz que contenía firmas de metales pesados, como platino y grandes cantidades de oro.
El evento de 2017 representó parte del oro del universo, pero no pudo explicar cómo se formó el oro en los primeros días del universo porque las fusiones de neutrones estrellas no ocurrieron en ese entonces. Ahora, los científicos piensan que saben cómo se crearon el oro y otros metales pesados.
Desde los primeros días del universo, los magnetarios han existido. Se estima que estas estructuras han contribuido hasta el 10 por ciento de todos los elementos más pesados que el hierro en la Vía Láctea.
Los investigadores utilizaron datos de 20 años de la NASA y los telescopios de la Agencia Espacial Europea para identificar la fuente de oro y metales pesados.
Se establecieron en magnetars basados en los resultados de un estudio de 2024, que encontró que las bengalas gigantes de magnetar pueden expulsar metales pesados de la corteza de las estrellas de neutrones en el espacio. La última bengala gigante magnética que se observó desde la Tierra fue en 2004.
En ese momento, los científicos habían notado una pequeña señal de rayos gamma de la llamarada, pero nadie tenía idea de lo que podría ser.
Ahora, saben que la señal es lo que ocurre cuando un magnetar crea y descarga metales pesados en una llamarada gigante.

Las bengalas gigantes magnéticas producen una abundancia de radiación de alta energía. Esto podría ser una parte clave de cómo se forman el oro y los elementos más pesados que el hierro.
La alta densidad de neutrones en una bengala gigante puede convertir los núcleos atómicos de luz en otros más pesados, causando múltiples reacciones de desintegración nuclear simultáneamente en un solo átomo.
Los átomos llevan protones y neutrones. Pueden absorber un neutrón adicional en ciertas condiciones, lo que aumenta la masa de un átomo, desestabilizándolo y conduciendo a una reacción que transforma el neutrón en un protón. Con el protón adicional, se cambia la identidad del átomo en la tabla periódica.
Los bengalas gigantes magnéticas aceleran este proceso porque la alta densidad de los neutrones puede desencadenar átomos para absorber varios de ellos a la vez, lo que resulta en la rápida formación de metales pesados como el oro.
En el futuro, los investigadores investigarán los datos de destellos gigantes magnéticos más antiguos. El nuevo estudio fue publicado en Las cartas de la revista astrofísica.
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