El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, dijo que Estados Unidos apoyaría cualquier decisión que Israel tome, sin comentar sobre la nueva propuesta. Netanyahu dijo que Israel está completamente coordinado con la administración Trump y que el alto el fuego solo continuará mientras Hamas siga liberando rehenes.
La ONU y otros advierten contra el límite de ayuda
Al decir que el alto el fuego ha salvado innumerables vidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que «cualquier desentrañor del impulso hacia adelante creado en las últimas seis semanas corre el riesgo de caer a las personas de regreso a la desesperación».
El jefe de la ONU humanitario, Tom Fletcher, calificó la decisión de Israel como «alarmante», señalando que la ley internacional humanitaria deja en claro que se debe permitir el acceso de ayuda.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, instó a todas las partes a hacer todo lo posible para evitar un regreso a las hostilidades en Gaza, y pidió que la ayuda humanitaria vuelva a Gaza de inmediato y a la liberación de todos los rehenes, dijo el portavoz St� Phane Durric.
Cinco grupos no gubernamentales pidieron a la Corte Suprema de Israel una orden interina que prohíbe que el estado evite que la ayuda ingrese a Gaza, alegando que la medida viola las obligaciones de Israel según el derecho internacional: «Estas obligaciones no pueden ser condición de consideraciones políticas».
La guerra ha dejado la mayor parte de la población de Gaza de más de 2 millones dependientes de la ayuda internacional. Alrededor de 600 camiones de ayuda habían entrado diariamente desde que comenzó el alto el fuego el 19 de enero, aliviando los temores de hambruna recaudados por expertos internacionales.
Pero los residentes dijeron que los precios se dispararon cuando se extendió la palabra del cierre.
Desde el campo de refugiados urbanos de Jabalia muy destruido, Fayza Nassar dijo que el cierre empeoraría condiciones terribles.
«Habrá hambre y caos», dijo.
Hamas advirtió que cualquier intento de retrasar o cancelar el acuerdo de alto el fuego tendría «consecuencias humanitarias» para los rehenes. La única forma de liberarlos es a través del acuerdo existente, dijo el grupo.
Las familias de rehenes nuevamente presionaron al gobierno de Israel.