Los hábitos son críticos para el éxito del presupuesto. Desarrollar buenos hábitos financieros puede pagar dividendos a largo plazo.
Por ejemplo, la creación de transferencias automáticas a cuentas de ahorro garantiza ahorrar regularmente sin esfuerzo consciente.
La identificación de desencadenantes para el gasto impulsivo y sustituirlos con alternativas más saludables también puede ayudar.
Poco a poco, estos cambios menores se compiten para mejorar su salud financiera significativamente.