El número de muertos por inundaciones en la República Democrática del Congo (RDC) ha seguido aumentando a medida que las autoridades corren para evacuar a las personas.

Las inundaciones durante el fin de semana, provocadas por fuertes lluvias, reducen el acceso a más de la mitad de la capital Kinshasa. Para el domingo por la noche, el número de muertos había aumentado a 33 a medida que las autoridades luchaban por evacuar y apoyar a cientos de familias atrapadas en sus hogares.

El ministro interior de la RDC, Jacquemain Shabani, anunció en la televisión estatal el domingo por la noche que 10 personas más habían sido confirmadas muertas, lo que se suma al recuento del día anterior de 23.

Las fuertes lluvias comenzaron la semana pasada, causando que el río Ndjili se desborde el viernes y sumergiera a cientos de edificios.

Si bien la situación había mejorado el lunes por la mañana, algunas carreteras de acceso permanecieron bloqueadas y el tráfico vehicular era limitado.

Muchos residentes culparon al gobierno por no responder lo suficientemente rápido al desastre.

«Perdimos todo y dejamos todo atrás», dijo Marie Nzola, una de las cuyas propiedades fueron destruidas. «La lluvia nos sorprendió a altas horas de la noche».

Las autoridades dijeron el domingo que la mayoría de las muertes fueron causadas por muros que se derrumbaron.

La inundación ha obstaculizado el acceso al agua potable en al menos 16 comunas después de que las instalaciones de agua se vieron afectadas, dijo el Ministerio del Interior congoleño en un comunicado.

El residente Clément Matwidi expresó su frustración y le pidió más apoyo al gobierno. «Todo se pierde debido a las inundaciones (y) estamos aquí esperando la decisión del gobierno», dijo.

El gobierno ha establecido al menos cuatro refugios de emergencia que atendían a cientos de familias desplazadas en toda la ciudad, agregó el ministerio.

En 2022, al menos 100 personas fueron asesinadas durante inundaciones similares en Kinshasa.

El desastre se produce cuando el gobierno intenta hacer frente a un desastre humanitario en el este del país, a más de 2,600 km (1,600 millas) de Kinshasa, donde conflicto con los rebeldes M23 respaldados por Ruanda ha desplazado a cientos de miles.

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