Eslovenia, especialmente su capital, Ljubljana, es conocida por sus iniciativas de capital verde desde su título de capital europeo de capital verde en 2016.
La ciudad ha hecho un progreso notable en reducir las emisiones al enfatizar las zonas peatonales, las rutas de ciclismo y el transporte público eficiente.
No solo mejoran el paisaje urbano, sino que también permiten a los turistas descubrir la animada cultura de Liubljana.
Apoyar a las empresas locales ecológicas se convierte en parte de la experiencia de los visitantes, promoviendo los objetivos de sostenibilidad de la ciudad.