El sentimiento entre las empresas de la UE en China alcanza la nueva baja

El estado de ánimo entre las empresas europeas en China ha alcanzado un nuevo mínimo, según una nueva encuesta realizada por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China publicada el miércoles.
Solo el 29% de las empresas encuestadas dijeron que eran optimistas sobre sus perspectivas de crecimiento en China en los próximos dos años.
El presidente de la Cámara, Jens Eskelund, dijo en Beijing que el nivel actual de imprevisibilidad está perjudicando la confianza del negocio, lo que dificulta que las empresas sigan siendo optimistas. Citó aranceles estadounidenses y desarrollos recientes en la UE como fuentes de inquietud.
El sentimiento ha pasado otros tres puntos porcentuales desde el año pasado. Para 2024, casi las tres cuartas partes de las empresas encuestadas dijeron que hacer negocios en China se había vuelto más difícil.
Desde ganancias fáciles hasta márgenes más ajustados
Según Eskelund, la previsibilidad y la confiabilidad del mercado habían hecho atractiva a China y las empresas ganaban un buen dinero allí.
Pero los días de altas ganancias y llenar cuentas bancarias con poco esfuerzo ahora parecen haber terminado, dijo, y agregó que las empresas tienen que trabajar más duro por su dinero.
Entre las 503 compañías encuestadas, la mayoría expresó preocupaciones sobre la perspectiva económica general de China. La demanda permanece lenta, en parte debido a la prolongada crisis del sector inmobiliario, lo que ha llevado a muchos consumidores a endurecer sus gastos a medida que caen el valor de las viviendas.
Al mismo tiempo, las empresas nacionales chinas están surgiendo como competidores más duros, con intensas guerras de precios que aumentan las ganancias en múltiples sectores.
La cámara también destacó la creciente inquietud sobre las regulaciones impredecibles y no transparentes de Beijing. En algunas industrias, las empresas dicen que el aumento de la interferencia política está dificultando las operaciones.