La tensión en la mandíbula puede afectar negativamente sus silbidos al limitar la movilidad necesaria para diferentes lanzamientos.

Para reducir la tensión y mejorar la flexibilidad, abra la boca de ancho como si bostee, mantenga durante cinco segundos y luego cierre lentamente.

Repetir esto 10 veces ayuda a relajarse y aflojar los músculos de la mandíbula, ayudando en la producción de una gama más amplia de tonos silbidos.

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