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Los tigres, jaguares y elefantes huyen de la violencia del cartel en el Sinaloa de México | En fotos noticias

Durante años, las mascotas exóticas propiedad de miembros del cartel, junto con antiguos animales de circo, han residido en un modesto santuario en las afueras de la capital de Sinaloa en México.

Sin embargo, una lucha de poder violenta estalló el año pasado entre las facciones rivales del cartel de Sinaloa, sumergiendo la región en el caos. Los líderes del santuario de Ostok se han enfrentado a ataques armados, amenazas de muerte persistentes y un bloqueo de suministros esenciales críticos para la supervivencia de sus 700 animales.

Esta semana, los trabajadores humanitarios partieron de Culiacan, transportando a los animales a través del estado con la esperanza de protegerlos de la peor de la violencia. Sin embargo, la lucha se ha generalizado tanto que muchos temen que inevitablemente los alcanzará.

El estallido de la violencia comenzó hace ocho meses, cuando dos rivales Cartel sinaloa Las facciones comenzaron a luchar por el territorio, provocadas por el dramático secuestro del líder de un grupo. Fue secuestrado por un hijo del infame Joaquín «El Chapo» Guzmán y más tarde entregado A las autoridades estadounidenses por avión privado.

Desde entonces, los feroces enfrentamientos entre facciones fuertemente armadas se han convertido en una realidad diaria para los civiles en Culiacán, una ciudad que, hasta hace poco, se había ahorrado en gran medida la peor de la violencia de México debido al firme control del cartel de Sinaloa.

Zazueta, el director del santuario, dijo que la partida de los animales de la ciudad es una señal adicional de cuán profundamente el conflicto ha impregnado la vida cotidiana.

Durante los períodos de intensa violencia, el personal del santuario podía escuchar disparos cerca y el ruido de los automóviles y los helicópteros en lo alto, sonidos que angustían a los animales. Los combates de cartel impidían regularmente que el personal llegara al santuario, dejando a algunos animales sin comida durante días. Como resultado, muchos han comenzado a perder el pelaje, y al menos dos han muerto, según Zazueta.

Para complicar aún más la situación, un número creciente de animales rescatados se abandonan antiguas mascotas de narco, que quedan en áreas remotas del estado. En un caso, un tigre de Bengala fue encontrado encadenado en una plaza pública. Los rumores persisten en Sinaloa y otras regiones en conflicto que los jefes del cartel eliminan a sus enemigos alimentándolos a leones mascotas.

La situación alcanzó el punto de ruptura para el santuario de Ostok en marzo, cuando uno de sus dos elefantes, Bireki, lesionó su pie. Los veterinarios buscaron un especialista en México, Estados Unidos y más allá, pero ninguno estaba dispuesto a viajar a Culiacán.

El santuario reubicó a los animales sin anuncio público, temiendo represalias de las autoridades locales o los mismos grupos criminales que los obligaron a huir. Esperan que los animales encuentren seguridad en Mazatlan después de años de agitación.

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