Ella renunció como maestra a mediados de año porque dice que los niños están siendo explotados por datos de escuelas que cosechan su información, pero los padres no se dan cuenta.


Durante más de cinco años, Rachel (@RachelBarker287) fue una maestra de escuela primaria, pero renunció a mediados de año porque ya no podía permanecer en el sistema escolar con buena conciencia. Actualmente tiene una maestría en educación y actualmente está trabajando en su doctorado.
En un video de Tiktok, ella comparte cómo los niños están siendo explotados en las escuelas, y muchos padres y maestros ni siquiera se dan cuenta.
Desde 2019, las emociones de los niños, el comportamiento, el diagnóstico, la raza, el género y las búsquedas en Internet han sido registradas y rastreadas en el momento en que inician sesión en sus dispositivos escolares.
Toda esta información está siendo recopilada por compañías tecnológicas sin consentimiento. Los programas educativos que se usan comúnmente en escuelas, como Amplify, Dreambox, Panorama y Khan Academy, están respaldados por multimillonarios como Bill Gates, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg.
Como resultado, no son solo herramientas educativas. También son sistemas de vigilancia que recopilan datos sobre niños. Las compañías tecnológicas son consideradas legalmente funcionarios escolares, por lo que tienen la capacidad de rastrear todo.
Rachel afirma que el sistema educativo se ha vuelto rampante con la minería de datos. Ahora es un lugar de manipulación y explotación.
Los niños están siendo explotados con fines de lucro. Al mismo tiempo, se les enseña que su privacidad no importa.
Ella espera crear conciencia sobre la recolección de datos para que los padres puedan proteger mejor a sus hijos. También alienta a los padres a hacer preguntas incómodas y hablar cuando algo no parece correcto.
Muchos usuarios de Tiktok acordaron que demasiada tecnología en las escuelas está afectando negativamente a los niños. Llevaron a la sección de comentarios para compartir sus propias experiencias.

«Nuestra escuela secundaria anunció que estaban instalando escáneres biométricos de huellas digitales para ‘asistencia de seguimiento’, pero también estaba vinculada a sus tarjetas de almuerzo. La comunidad protestó en voz alta y los sistemas fueron desechados», comentó un usuario.
«Mi primer año de enseñanza en 2012, recuerdo haber pensado lo genial que fue que todos los alumnos de tercer a 5º grado obtendría un mini iPad. Para el cuarto año, me di cuenta de lo malo que era», dijo otro.
«Mi escuela K-6 hace que todos los estudiantes realicen un ‘check-in’ emocional ‘a través de un programa que rastrea los datos», agregó otra persona.
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