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De libro a pantalla: cómo se han vuelto a contar una y otra vez las mujeres

Pequeñas mujeres

De libro a pantalla: cómo se han vuelto a contar una y otra vez las mujeres (crédito de la imagen – Instagram)

Louisa May Alcott‘s ‘Pequeñas mujeres‘ha mantenido a generaciones de lectores en su hechizo tranquilo y doméstico desde 1868. Pero lo que mantiene esta historia de cuatro hermanas en Concord, Massachusetts, por lo que perturbadoramente relevante no es solo su calidez y sabiduría, es la forma en que cada generación lo reserva para su propio espejo. A través de películas mudas, clásicos en blanco y negro, reinterpretaciones feministas y experimentos cinematográficos, las «pequeñas mujeres» se han vuelto a contar tan a menudo como se ha relajado. Cada versión lleva una huella digital cultural de su era.

Los primeros parpadeadores de Jo y sus hermanas

La primera versión de pantalla conocida de ‘Little Women’ apareció en 1917 en la era del cine mudo. Ahora se considera perdido, pero su propia existencia muestra qué tan rápido Cinema abrazó la historia de Alcott. En 1933, George Cukor dio vida a Jo March nuevamente con Katharine Hepburn en el papel principal, consolidando la imagen de Jo como heroína literaria y rebelde cinematográfico. Esta adaptación llegó durante la Gran Depresión y resonó con temas de resiliencia y unidad familiar.

Una lente de posguerra en la domesticidad

La versión Technicolor de Mervyn Leroy en 1949 protagonizada por June Allyson y Elizabeth Taylor llegaron justo después de la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo una visión idealizada del hogar y la hermandad. Era exuberante, nostálgico y más sobre la comodidad que el conflicto. Esta versión enfatizó las subtramas románticas, reforzando los valores nacionales populares durante la época. En contraste con la independiente Jo de Hepburn, Jo Allyson se suavizó, un eco de una época en que Estados Unidos recalibra los roles de las mujeres después de la guerra.

Reinvención de televisión y jóvenes

Desde la década de 1950 en adelante, ‘Little Women’ se adaptó varias veces para la televisión, cada una con el objetivo de llevar la historia de Alcott al público más nuevo y más joven. La miniserie de 1978 protagonizó a Susan Dey y Meredith Baxter y se inclinó fuertemente en el melodrama. Luego, en 1994, Gillian Armstrong dirigió una versión que se volvió icónica para una nueva generación, con Jo Blazing con ambición artística de Winona Ryder. Con un guión de Robin Swicord, abrazó el feminismo de Jo sin sacrificar la ternura del texto original.

La adaptación de 2019 de Greta Gerwig fue noticia no solo para su elenco: Saoirse Ronan, Timothée Chalamet y Meryl Streep pero por su innovadora estructura narrativa. Gerwig borrosó la línea de tiempo, saltando entre la infancia y la edad adulta para reflejar la memoria, el arrepentimiento y el anhelo. Esta versión enfatizó el acto de autoría en sí, alineando a Jo más estrechamente con Alcott que nunca. Fue una ‘pequeña mujer’ que cuestionó los límites de la ficción y la realidad, el amor y la independencia.

Por qué las pequeñas mujeres nunca envejecen

Lo que hace que las ‘pequeñas mujeres’ maduras para la reinterpretación es su equilibrio de lo particular y lo universal. La interpretación íntima de Alcott de la niñez, la creatividad y la familia no envejece, se adapta. Cada nuevo cineasta encuentra a su Jo, su familia de marzo, en su momento cultural. Ya sea filtrado a través de la nostalgia o el feminismo radical, la verdad emocional de la historia siempre se mantiene. ‘Little Women’ no es una reliquia de preservar, es una lente a través de la cual nos vemos a nosotros mismos, una y otra vez.

Adaptarse para cambiar el público

Una de las razones por las cuales ‘Little Women’ permanece siempre relevante es su capacidad para resonar con cada nueva generación. A medida que cambian las expectativas sociales, también lo hacen las adaptaciones del trabajo de Alcott. Las adaptaciones recientes han enfatizado diversas perspectivas y han explorado las experiencias de las mujeres más allá de los roles tradicionales del matrimonio y la maternidad. Por ejemplo, la adaptación de 2019 dirigida por Greta Gerwig representó a Jo March como una feminista asertiva que, en lugar de liquidar con amor, se centró en tallar su propio camino profesional. La representación moderna de Jo destaca la importancia de la autodeterminación y la ambición, lo que demuestra que el mensaje de la novela se extiende mucho más allá de sus raíces del siglo XIX.

Cada adaptación de ‘Little Women’ es más que un recuento: es una conversación a lo largo del tiempo. Desde cine mudo hasta obras maestras modernas, Jo March y sus hermanas continúan reflejando los sueños, dudas y deseos de cada época. Sus viajes, alegrías y tristes siguen siendo reconociblemente humanos. La magia de la historia no se encuentra en su previsibilidad, sino en su capacidad atemporal de reinvención. Mientras los lectores y los espectadores estén dispuestos a regresar a Orchard House, las «pequeñas mujeres» nunca terminarán.



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