
Cocinar puede venir con un montón de desechos no deseados, aquí le mostramos cómo aprovecharlo al máximo
La cocina, a menudo el corazón de la producción de residuos en nuestros hogares, presenta numerosas oportunidades para un cambio positivo. Reciclar los restos de cocina no solo desvía los desechos de los vertederos, sino que también crea recursos valiosos para su jardín y hogar.
Al implementar incluso algunas de estas prácticas, reducirá significativamente los desechos que salen de su cocina mientras crean recursos valiosos para su hogar y jardín. Este Día de la Tierra, comprometerse a transformar los restos de su cocina de los desechos a la riqueza, tanto ambiental como práctico.
1. Compost su desperdicio de alimentos
Crear un contenedor de compost es quizás la forma más efectiva de reciclar los restos de la cocina. Las cáscaras de frutas y verduras, el café, las cáscaras de huevo y las bolsas de té pueden descomponerse en un suelo rico en nutrientes para su jardín. Comience con un contenedor simple en su jardín o un contenedor de compost compacto para su encimera. Capa ‘Verdes’ (restos de comida) con ‘Browns’ (periódico, cartón) y gire ocasionalmente. En cuestión de meses, habrá creado su propio suelo de jardín premium.
2. Vegetales de regreso de los restos
Muchas verduras pueden volver a ser de sus restos. Las cebolletas, la lechuga, el apio y los puerros volverán a crecer cuando se coloquen en agua. Simplemente guarde el extremo raíz (aproximadamente 2-3 cm) y colóquelo en un plato de agua poco profundo. Cambie el agua cada pocos días, y en cuestión de semanas, verá un nuevo crecimiento que se puede plantar o cosechar.
3. Hacer stock de verduras
Antes de compostar las cáscaras y fines de verduras, considere recolectarlos en un recipiente en su congelador. Una vez lleno, cocine a fuego lento estos restos en el agua durante aproximadamente una hora para crear un sabor sabio de stock casero. Esto funciona brillantemente con pieles de cebolla, tapas de zanahoria, hojas de apio, tallos de hongos y tallos de hierbas.

4. Crea limpiadores de cítricos
Las cáscaras cítricas contienen aceites naturales que son excelentes agentes de limpieza. Coloque las cáscaras de naranja, limón o toronja en un frasco y cubra con vinagre blanco. Después de remojar durante dos semanas, cuele el líquido en una botella de spray para un limpiador para todo uso y sin químicos que huele encantador.
5. Hierbas secas para su uso posterior
Cuando las hierbas comienzan a marchitarse, no las abras. Colgre racimos al revés en un área seca y bien ventilada hasta que esté completamente seca. Crumo en contenedores herméticos para el uso de futuros para cocinar, o cree sus propios aceites y vinagre con infusión de hierbas en botellas.
6. Hacer aceites y vinagre con sabor
Transforme los tallos de hierbas, las cáscaras de cítricos o los restos de chile en aceites y vinagre con sabor gourmet. Simplemente enciende estos ingredientes en aceite o vinagre durante 1-2 semanas en un lugar fresco y oscuro, luego cuele. Estos son excelentes aderezos y marinados, y pueden elevar incluso los platos más simples. Por ejemplo, los tallos de romero en aceite de oliva o piezas de jengibre sobrantes en vinagre de arroz crean maravillosos ingredientes de cocción.
7. Crear polvos comestibles
Deshidrate las cáscaras de verduras y frutas para hacer polvos nutritivos para cocinar. Las cáscaras de zanahoria limpia, las pieles de remolacha o las cáscaras de manzana se pueden secar en un horno bajo (aproximadamente 100 ° C) hasta que estén completamente crujientes, luego mezclarse en polvos finos. Estos se pueden agregar a batidos, sopas o productos horneados para nutrientes y sabor adicionales. Las pieles de tomate son un excelente condimento umami, mientras que la ralladura de cítricos se puede secar y molerse para hornear.