Este ingrediente poco probable ha sido nombrado la comida más amarga del mundo.


Aunque no es tóxico para los humanos, este hongo ha sido nombrado la sustancia más amarga en la Tierra (créditos de imagen: first-Nature.com)
El fascinante descubrimiento proviene de investigadores de los Institutos Leibniz de Biología de Sistemas Alimentarios y Bioquímica de Plantas en Alemania, que probablemente no esperaban tropezar con la sustancia más amarga del mundo durante su análisis.
¿Qué tan amargado es el más amargo?
Entonces, ¿cómo lo hicieron? Los científicos aislaron un compuesto llamado oligoporina D del hongo, y su potencia es simplemente astronómica. Como referencia, si disuelve solo un gramo de esta sustancia en 16,000 litros de agua (es decir, alrededor de 106 bañeras), aún podrá probar la amargura. Sus receptores de sabor amargo, específicamente uno llamado «Tas2R46», se retomaría inmediatamente, incluso en tales mínimos rastros. Para ponerlo en perspectiva, es como agregar una sola caída de amargura que podría hacer que un sabor de piscina olímpica se vuelva repugnante.

Sin embargo, esta es la parte extraña, a pesar de tener un sabor horrible y probablemente ser lo último que le gustaría comer «, el hongo de bracket amargado no es tóxico. Este descubrimiento desafía una de las teorías más ampliamente aceptadas sobre la amargura: que la intensidad de la amargura se correlaciona con la toxicidad. Los científicos notaron que algunas de las habitaciones más amargas, como la amargura amarga, no son venenosas. Fatal si se consume, se describe como un sabor «agradable y nuez».
El impacto de la amargura
La investigación, publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo los humanos evolucionaron para detectar gustos amargos y por qué. Bitter es una de nuestras cinco sensaciones de sabor básicas, junto con dulce, agrio, salado y umami (salado). Curiosamente, los sensores para sustancias amargas no son solo en nuestras bocas que también se encuentran en nuestros estómagos, intestinos, corazones y pulmones. El investigador principal, el Dr. Maik Behrens, sugiere que comprender estos compuestos amargos podría conducir a nuevas aplicaciones en la investigación de alimentos y salud, desarrollando potencialmente «alimentos sensorialmente atractivos que influyen positivamente en la digestión y la saciedad».