La expansión del GNL en México podría implicar mayores riesgos para los consumidores estadounidenses y México

Los analistas de la industria del gas han sabido desde hace más de una década que las exportaciones de GNL aumentarán los precios del gas en América del Norte. A Nuevo informe del Instituto de Economía de la Energía y Análisis Financiero (Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero, IEEFA) revela que el aumento del gas natural licuado (GNL) en América del Norte no solo amenaza con aumentar las facturas de los consumidores, sino que también compromete la estabilidad a largo plazo de los mercados de gas y electricidad en el continente.
El informe concluyó que la industria del GNL mexicana en particular enfrenta la posibilidad de trastornos causados por fuerzas fuera del control del país, como las condiciones climáticas extremas y las decisiones comerciales, regulatorias y legales en los Estados Unidos.
Estados Unidos ha abierto ocho terminales de exportación de GNL, megaproyectos industriales capaces de enviar casi el 15 % de la producción total de gas del país. El año pasado, una terminal mexicana suministrada con gas estadounidense, y se está construyendo un segundo proyecto de GNL mexicano. La industria del GNL espera continuar expandiendo su presencia, proponiendo docenas de nuevos proyectos en la costa del Golfo de los Estados Unidos. Y en la costa del Pacífico de México.
Sin embargo, el aumento vertiginoso en las exportaciones de GNL se ha expuesto a la región de América del Norte a la creciente volatilidad y los precios más altos de los mercados mundiales de gas, lo que ha causado serias preocupaciones en relación con la propuesta de construcción de terminales de exportación de GNL mexicanas.
«Los legisladores mexicanos deben ser conscientes de que el aumento del GNL podría afectar a los consumidores mexicanos, generando precios más altos y más volátiles tanto para el gas como para la electricidad», dijo Clark Williams-Derry, analista financiero de energía en el IEEFA y coautor del informe. «Los consumidores de gas y los legisladores mexicanos deberían tener pleno conocimiento de los riesgos que las exportaciones de GNL suponen la estabilidad de los mercados energéticos de América del Norte y ser cauteloso con los planes de la industria del GNL para construir más terminales de exportación en México».
La industria estadounidense de GNL ha puesto su mirada en la costa del Pacífico de México para construir nuevas plantas de exportación, ya que ofrece una ruta más corta y económica para que el gas estadounidense llegue a los mercados asiáticos. Sin embargo, los legisladores mexicanos harían bien en adoptar una posición escéptica frente a la expansión de la industria de exportaciones del país. Facilitar la expansión de las exportaciones de gas de América del Norte podría causar trastornos importantes en los mercados energéticos mexicanos, como los precios más altos y volátiles de gas natural y electricidad.
Además, las infraestructuras de GNL mexicanas tienen un alto riesgo de manipulación del mercado, problemas comerciales y fenómenos meteorológicos extremos que pueden limitar el acceso a la infraestructura de gas. Las nuevas plantas de GNL en México también podrían abrirse en un momento en que los mercados mundiales están saturados y con exceso de oferta, generando la posibilidad de precios bajos, ganancias reducidas y un uso limitado que socava los beneficios económicos percibidos de estos proyectos.