La nueva encuesta revela las expectativas laborales ‘frívolas’ de Gen-Z

Son Gen-Zzz.
Casi uno de cada seis estadounidenses menores de 28 años ni siquiera considerará tomar un trabajo a menos que haya un espacio de repetición designado en la oficina, encontrada una nueva encuesta alucinante.
«Está claro que Gen-Z no es tímido para expresar lo que quiere del lugar de trabajo de hoy, y para muchos, va más allá del seguro salarial y de salud», dijo Amanda Augustine, una entrenadora profesional certificada de carrera y experto en residentes para el sitio web de construcción de currículums Currículum.ioque encuestó a 1,000 profesionales en todo el país sobre sus ventajas imprescindibles al evaluar las oportunidades de trabajo.
Para ellos, la siesta en el reloj y otras demandas «no son solo los extras agradables; reflejan una visión cambiante en torno al equilibrio entre el trabajo y la vida y el bienestar general», agregó Agustín.
Uno de cada cinco Gen-Zers, más que cualquier otra generación, dice una «sala divertida», completa con juegos como Ping Pong y otras actividades recreativas, es esencial para su entorno laboral, revelan los resultados sorprendentes de la encuesta.
Y uno de cada cinco ni siquiera consideraría una posición si las oficinas de la compañía no son amigables con las mascotas, en comparación con el 14% de los millennials, de 29 a 44 años; 8% de Gen-Xers de 40 a 65 años y solo el 4% de los boomers, de 61 a 79 años.
Más Gen-Zers-33%-esperan bocadillos y almuerzos gratuitos en el lugar de trabajo, más que cualquiera de sus compañeros de trabajo mayores, según la encuesta.
E incluso si una oficina está a la altura, no quiere aparecer.
Una enorme de cada tres dijo que una semana laboral de cuatro días no es negociable, y una de cada cuatro espera hojas sabáticas «extendidas» «para el desarrollo personal o los viajes».
Las generaciones más jóvenes están «retrocediendo contra el antiguo modelo de ajetreo constante y agotamiento» al valorar la flexibilidad y «una experiencia cotidiana más agradable», según Agustín.
«Las empresas que descartan estas prioridades como frívolas pueden encontrar cada vez más difícil atraer y retener al máximo talento de esta generación de trabajadores prometedores», advirtió.