Macaron francés vs macarrón italiano, ¿sabías que estos famosos postres no son lo mismo?


Macaron vs macarrón, ¿sabes cómo estos dos son diferentes?

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Origen del macarrón
El elegante macarrón, pronunciado «Mack-ah-Rohn», es un testimonio del arte de pastelería francés. Estas delicadas galletas de sándwich cuentan con dos obleas perfectamente redondas y lisas que abarcan un lujoso relleno de ganache, crema de mantequilla o mermelada. Las cáscaras a base de merengue, hechas de harina de almendras, claras de huevo y azúcar, requieren una precisión y paciencia excepcionales. El proceso implica la intrincada técnica de macarrones, donde los ingredientes se doblan hasta que la mezcla fluye como cintas de la cuchara.
La creación de macarons exige experiencia técnica que limita con la científica. Cada paso, desde lograr un merengue de pico rígido hasta círculos idénticos, requiere una atención cuidadosa. Las galletas terminadas emergen con una parte superior lisa característica y delicados «pies» con volantes en su base. Las panaderías francesas muestran estas golosinas en forma de joya en matrices de arco iris, ofreciendo sabores que van desde vainilla clásica y chocolate hasta combinaciones exóticas de rosa y lavanda. Los orígenes del Macaron se remontan a Italia del siglo XVI, posiblemente llegando a Francia a través del matrimonio de Catherine de Medici con el rey Enrique II. Sin embargo, la versión moderna de sándwich que reconocemos hoy se acredita al chef parisino Pierre Desfontaines en 1930, aunque Baker Claude Gerbet también afirma esta innovación.

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En marcado contraste, el humilde macarrón, pronunciado «mack-ah-roon», presenta una personalidad completamente diferente. Estas galletas gotas consisten principalmente en coco rallado unidos con claras de huevo batidas y leche condensada endulzada. Mientras se presentaron a la realeza francesa en 1533, cuando la reina Catherine de Medici de Italia se casó con el rey Enrique II de Francia, se dice que se remontan a Venecia, Italia. A diferencia de sus homólogos franceses, los macarrones abarcan la imperfección, formando montículos rústicos o formas piramidales que celebran su encanto casero.
La preparación de macarrones de coco no puede ser más simple. Una vez que las claras de huevo alcanzan picos rígidos, coco, leche condensada y aromatizantes se doblan suavemente antes de ser cucharas sobre las bandejas para hornear. Todo el proceso lleva menos de treinta minutos, haciéndolos accesibles para panaderos de todos los niveles de habilidad. Los macarrones tienen un significado particular en la cocina judía, que sirve como un regalo popular de Pascua debido a su composición natural sin harina. Empresas como Manischewitz comenzaron a producir en masa estas galletas a fines del siglo XIX cuando el coco rallado se hizo ampliamente disponible como método de preservación para la fruta transportada.
La experiencia del sabor difiere dramáticamente entre estas dos confecciones. Los macarons ofrecen dulzura sutil con perfiles de sabor complejos entregados a través de sus variados rellenos, mientras que los macarrones proporcionan un sabor a coco rico e intensamente dulce con una textura satisfactoriamente masticable. Comprender estas distinciones ayuda a evitar la confusión y muestra el respeto adecuado por ambas tradiciones.