¿Sentirse seguro de la prosperidad? Dhirendra Kumar dice que esa es tu señal para hacer una pausa

El mercado está celebrando. El Banco de la Reserva de la India acaba de lograr un doble corte sorpresa, reduciendo la tasa de repositorio en 50 puntos básicos y el CRR en un punto porcentual completo.
Los alimentos sociales se inundan con gráficos de «ciclo virtuoso», pronósticos seguros y declaraciones de que la prosperidad era inevitable.
Pero el fundador de Investor y Value Research, Dhirendra Kumar, suena una nota diferente: precaución.
Él llama la repentina certeza del mercado como un caso clásico de retrospectiva disfrazada de previsión. «Cuando los indicadores económicos se alinean favorablemente», escribió Kumar en X, «las explicaciones fluyen como la lluvia del monzón temprano». Pero si estos resultados eran tan obvios, ¿por qué no todos los vieron venir?
La respuesta, dice, es simple: no lo hicieron.
Kumar deconstruye el mito de la economía «perfectamente coreografiada». El PIB está activo, la inflación es mansa, la moneda es estable y la liquidez es alta. De repente, todos son un experto macro, modificando los números de hoy en la historia de ayer. Olvidas se olvidan de hace solo unos meses que advierten que las altas tasas, la demanda débil y los vientos en contra globales aplastarían el crecimiento.
«Este fenómeno», escribe Kumar, «se extiende mucho más allá del análisis macroeconómico». En cada mercado alcista, argumenta, produce su participación en visionarios de arrendamiento tardío, inversores que ignoraron a los sectores en el camino y luego afirman haber llamado el rally todo el tiempo.
El riesgo real? Creyendo demasiado la narración. Durante los tiempos de auge, el exceso de confianza lleva a los inversores a perseguir la perfección e ignorar el riesgo. Durante las recesiones, el miedo los mantiene al margen justo cuando surge la oportunidad.
Kumar insta a los inversores a resistir la extrapolación. Los mismos factores que impulsan un ciclo virtuoso hoy, como la inflación controlada o la caída del crudo, pueden revertirse con la misma rapidez. La estabilidad no es permanencia. La prosperidad no está predestinada.
Por eso, dice, los inversores más inteligentes no anclan a las historias. Anclan a goles. La tolerancia al riesgo, la diversificación y la disciplina a largo plazo son más importantes que cualquier gráfico de sorpresa o tendencia del banco central.
El rally puede sentirse inevitable ahora. Pero Kumar deja a los lectores con una verdad más nítida: al invertir, lo único que se mueve en línea recta es la narración, hasta que no lo hace.