Casi 1,000 miembros actuales y anteriores de la Fuerza Aérea Israelí han firmado una carta condenando la renovada campaña militar en Gaza, generando una reacción violenta del liderazgo gubernamental y militar.

Los firmantes acusaron al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu de continuar la guerra para servir «intereses políticos y personales», en lugar de la seguridad de Israel.

Instaron a los líderes a priorizar un acuerdo para liberar a todos los rehenes retenidos en Gaza, incluso si eso significa terminar la guerra contra Hamas. Advirtieron la lucha continua, podría costar la vida de los rehenes, los soldados israelíes y los civiles inocentes.

La mayoría de los que firmaron son personal retirado, aunque algunos reservistas activos se encuentran entre ellos. La Fuerza Aérea planea despedir a los miembros en servicio que participaron, un movimiento respaldado por Netanyahu el jueves.

Denunció al grupo como una «franja radical» con el objetivo de «derrocar» al gobierno, diciendo que la carta socava a los militares y envalentona a los enemigos de Israel.

Los críticos de Netanyahu lo acusan de reavivar el conflicto para preservar su futuro político.

Su gobierno enfrentó el riesgo de colapso si un presupuesto estatal no se aprobara a fines de marzo, y el fracaso habría desencadenado nuevas elecciones. Para asegurar el presupuesto, Netanyahu necesitaba el apoyo de un ministro de extrema derecha que había renunciado a protestar por el alto el fuego con Hamas. Ese ministro se unió a la coalición después de que la lucha se reanudara a mediados de marzo.

Mientras tanto, los medios de comunicación israelíes informan una creciente resistencia entre los reservistas, algunos de los cuales se niegan a regresar al deber sobre las preocupaciones sobre la dirección del ejército y los temores de una posible recompensa de Gaza.

Enlace de origen