Christopher Lockyear sobre la guerra, las acusaciones de racismo y los trabajadores humanitarios de primera línea.

Los médicos sin fronteras, conocidos por sus iniciales francesas MSF, proporcionan más de 16 millones de consultas médicas cada año, a menudo en los lugares más peligrosos del mundo. Pero incluso esta organización ganadora del premio Nobel de la paz está sonando la alarma: el sistema humanitario global se está desmoronando.

El secretario general de MSF, Christopher Lockyear, habla con Al Jazeera sobre trabajar en zonas de guerra como Sudán y Gaza, el impacto de los recortes de fondos de ayuda y abordar las acusaciones de racismo contra la organización. A medida que las crisis se intensifican y la confianza en las instituciones se desvanece, ¿puede el mundo seguir cuidando a los que más lo necesitan, o se está derrumbando la compasión con el sistema?

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