Michelle Obama ha hablado en contra de los rumores de que su matrimonio con Barack Obama podría estar en problemas.
La ex primera dama no ha acompañado a su esposo a varios eventos de alto perfil, incluida la inauguración de Donald Trump y el funeral del ex presidente Jimmy Carter, alimentando la especulación de que podrían estar separando.
Sin mencionar explícitamente estas ocasiones, la Sra. Obama le dijo al podcast Work in Progress organizado por la actriz Sophia Bush que ahora estaba en condiciones de controlar su propio calendario como una «mujer adulta».
Ella dijo que la gente no podía creer que estaba «tomando una decisión» para sí misma y, en cambio, «tuvo que asumir que mi esposo y yo nos estamos divorciando».
La Sra. Obama compartió que sentía una culpa por pasar de ciertas tareas.
«Eso es lo que nosotros, como mujeres, creo que luchamos con personas decepcionantes», dijo.
«Quiero decir, tanto que este año la gente no podía entender que estaba tomando una decisión de mí mismo que tuvieron que asumir que mi esposo y yo nos estamos divorciando.
«Esta no podría ser una mujer adulta simplemente tomando un conjunto de decisiones para sí misma, ¿verdad? Pero eso es lo que la sociedad nos hace».
La Sra. Obama también dijo en el podcast: «Elegí hacer lo mejor para mí. No lo que tenía que hacer. No lo que pensé que otras personas querían que hiciera».
Si bien su ausencia de la inauguración del presidente Trump fue vista como un descanso de la tradición, ella dio un discurso de alto perfil en la Convención Nacional Demócrata (DNC) el verano pasado.
«La esperanza está regresando», dijo a una multitud de miles de Chicago en el DNC, mientras los instó a arrojar su peso detrás de la entonces nominada presidencial Kamala Harris.
A pesar de la búsqueda de más tiempo para sí misma, la ex primera dama dijo que todavía encuentra tiempo para «dar discursos, estar en el mundo, trabajar en proyectos. Todavía me importa la educación de las niñas».
Los Obama celebraron su 32 aniversario el año pasado en octubre.
La Sra. Obama ha estado abierta previamente sobre las luchas que enfrentó en su matrimonio debido a las ambiciones políticas de Obama y el tiempo en la Casa Blanca en sus memorias más vendidas, convirtiéndose.
Ella escribió en el libro que las aspiraciones de su esposo resultaron en soledad y agotamiento.